Herrera Ahuad dijo que la política también debe “dar afecto, cariño, espíritu, vida, que es lo fundamental en el quehacer diario de un ser humano”.
Expresó el reconocimiento, "por algo que está en la genética de todos los misioneros, que es la solidaridad, el afecto y el sentido de mejorar, superar cada día las dificultades”.
Reconoció “a todos los que formaron y forman parte del Hospital de Pediatría y también del Hospital Materno Neonatal: ellos son la historia natural viva de la salud de nuestra provincia, en el ámbito más sensible que es el de la madre y el niño”.
“Ellos son los responsables de los grandes cambios que tuvo la salud pública de nuestra provincia, el motor de todo lo que nosotros hoy vemos como grandes logros, venidos de la mano de la superación”, agregó.
Recordó que “COPANI siempre tenía la solución o el planteo de la solución porque ellos recogían el problema, desde la sonrisa de un niño por un juguete hasta un equipamiento muy especializado”.
Por su parte, González destacó lo bien que hace tener personas como ellas dentro del hospital, “que nos muestren que hay otro brazo aparte de la parte científica, que hace bien al paciente, que hace bien en la sociedad, porque esto es un ejemplo para la sociedad”.
“Los diferentes hospitales necesitan tener un equipo, una cooperadora dentro del hospital, nos cambia un montón, más allá de la parte económica que siempre es importante y ayuda, pero también nos hace tener otra mirada, y empiezan a mostrar al hospital a la sociedad de otra forma”, señaló.
Puentes recordó el momento cuando él mismo comenzó a instruirse en el hospital de pediatría: “ellas ya estaban haciendo el bien, solidarias y ejecutivas”, resaltó.
Les agradeció “en nombre de la salud pública, porque dieron herramientas, que también dio la salud pública, para mejorar la calidad de vida y salud de nuestros niños”.
Zacarías manifestó el profundo cariño y respeto hacia quienes “cada martes a las 9 en punto sin importar el frío, la lluvia o el calor se las escuchaba llegar por los pasillos del hospital cargadas de alegría y entusiasmo, sabiendo que vienen a dar lo mejor de sí mismas a nuestros niños con una generosidad indescriptible”.
“Siempre llegaban con la pregunta infaltable del día: ‘¿Qué necesitan?’, muestra de su profundo compromiso, responsabilidad y dedicación, ofreciendo desinteresadamente su tiempo y esfuerzo para ayudar a los niños y a sus familias”, recordó.
Finalmente, María Virginia Panebianco de Rathhof, conocida como “Beba”, dirigió unas palabras en representación de COPANI, de la ha sido una de sus fundadoras. Agradeció por el reconocimiento a las autoridades del hospital y de la Cámara de Representantes de la provincia.
Recordó que fueron “más de 50 años de trabajo ininterrumpido con la misma pasión” y que “COPANI empezó como un grupo de amigas voluntarias que se reunían para servir y ayudar a los niños y sus familias que llegaban al pabellón de niños dentro del hospital Ramón Madariaga”.
“Nuestra participación continuó hasta el cierre de ese pabellón, cuando se convirtió en hospital de pediatría y, en la actualidad, hospital de pediatría de autogestión Dr. Fernando Barreiro”, evocó.
Las integrantes de la última comisión de la cooperadora recibieron estatuillas realizadas por el artista misionero Pedro Palacio como reconocimiento por haber sido pilares fundamentales del hospital de pediatría, al igual que certificados que otorgaron a quienes fueron parte de COPANI en algún momento.
El homenaje motivó declaraciones de interés tanto nacional como provincial y municipal, por parte del Senado, la Legislatura provincial y el Concejo capitalino, respectivamente.